Capitulo 0 Prologo

  Kaigosha había muerto, otra vez.

  Hacía tiempo que había perdido la cuenta de las veces que había abandonado el mundo de los mortales para ir a lo que él llamaba “El Paso”, pues según le había contado el dueño de esta curiosa dimensión allí iban los que estaba del todo claro si debían ir al cielo o al infierno.

  Empezó a caminar por el infinito lugar en busca de su Señor. Tardó bastante pero dio con él que, como siempre, apareció como surcando una cascada de oscuridad.

  “Ya van cuatro veces Kaigosha, te he visto derrotar a oponentes mucho más poderosos sin fallecer ni una sola vez,” le recrimino el hombre.

  “Esta quimera vuela, es ágil e inteligente, no la puedes comparar con las criaturas a las que me suelo enfrentar,” se defendió el visitante.

  “Bueno, asegúrate de que no llegue a zonas pobladas,” suspiró antes de hacer un amago de marcharse.

  “¡Espera!” le detuvo Kaigosha “quédate y hablamos un rato, es muy aburrido estar tres días hasta que resucite,” le pidió.

  “Bueno, no tengo nada que hacer ahora mismo,” admitió el dueño del lugar “¿de que quieres que hablemos?”

  A Kaigosha le gustaba atesorar conocimientos, fuesen del campo que fuesen, por lo que preguntó por una de las cuestiones que escapaba a su comprensión, “¿qué pasa normalmente con una persona cuando muere?”

  El señor del Paso se sentó, cosa que imito su invitado, y empezó con la explicación.
“Cuando un ser mortal fallece se divide en tres partes; cuerpo, espíritu y alma.
El cuerpo es, por así decirlo, la marioneta del alma, este se queda en el mundo mortal pudriéndose.

  El espíritu es lo que da animación al cuerpo, este ira al Gran Vacio donde se juntará con otros espíritus para convertirse en energía espiritual pura; esta energía viajara a un universo paralelo donde dará vida a otro cuerpo.

  Y el alma es lo más importante y lo que nos hace distintos a unos de otros, es nuestra conciencia, nuestra personalidad, nuestro yo; en situaciones normales es ella la que irá al cielo o al infierno pero como tú ya sabes no siempre pasa eso.

  En ciertos casos, el cuerpo ata al alma y el espíritu al mundo terrenal y no puede marcharse hasta que el cuerpo es destruido o gravemente dañado, como es el caso de los chicos.

  Luego están los cuerpos que a pesar de ser dañados se recuperan y reclaman alma y espíritu, como es tu caso.

  Después están las almas que han sufrido un trauma mientras vivían, por lo que no han podido avanzar hasta el cielo o el infierno y se han quedado atrapadas en una dimensión llamada Limbo; estos son los vulgarmente llamados fantasmas.

  Del anterior tipo surgen dos: los que consiguen avanzar y los que acaban volviendo al mundo mortal.

  Los primeros dejan atrás su espíritu, que puede causar algunos problemas a los vivos como cosas que se mueven o algún rostro en la pared; los poltergeist.

  Los peligrosos son los segundos, pues crean un cuerpo con su espíritu y caminan entre los vivos; en un principio, puede que no sean hostiles con los humanos pero con el paso del tiempo empezaran a sentir envidia de los vivos, pues un cuerpo espiritual no puede suplir por completo a uno autentico, la envidia pasará a frustración, la frustración a rabia y esta a la ira más absoluto hacia los vivos; por suerte para ti Mary no ha llegado a ese punto gracias a que la cogimos a tiempo.

  También hay algunas almas que vuelven al mundo de los vivos por invocaciones o algún tipo de falla.”

 Al acabar la explicación Kaigosha aun tenía dudas sobre ciertos puntos,“¿qué es eso de las dimensiones alternativas y los mundos paralelos?”

  “Es complicado de explicar;” empezó Douglas, “imagina que tu universo es una bola de cristal que dentro tiene dos grietas producidas por un golpe.

  Una de ellas se ramifica en múltiples e infinitas grietas, esta grieta es el mundo mortal, el cual se divide en una infinidad de dimensiones alternativas debido a las múltiples decisiones que ha tomado la gente a lo largo de su vida; las dimensiones parte de la misma base pero tenían entre sí, como que en una no se beba té, en otra se hable aun latín o que los nazis ganasen la guerra.

  La otra grieta no tiene ramificaciones, es una línea solida que discurre entre las de su hermana; sirve de conducto para que el espíritu y el alma salgan del mundo terrenal, el Limbo.

  Por otra parte los universos paralelos lo único que tienen en común es que el tiempo pasa de la misma manera en ellos. Están organizados como una tarta; en el centro de esta están el Cielo y el Infierno, superpuestos uno sobre el otro creando el purgatorio, y alrededor de estos como frutas decorativas están un grupo de universos alternativos distintos unos de otros; entre ellos, como una cobertura de nata, está el Vacio, que es donde estamos ahora y donde habitan los Originales.

  Pero ahí no acaba la cosa, pues al igual que no hay una sola tarta, no hay una sola agrupación de universos; ¿Cómo puedo saberlo? Fácil.

  Cada vez que una agrupación colapsa implosiona, esto crea un nuevo universo con sus dos nuevas grietas que se agrupara alrededor de un nuevo Cielo e Infierno junto a otros universos.

  Los humanos no podéis concebir un número que exprese la billonésima parte de las ocasiones que he visto ocurrir este proceso.”

  “¿Originales, qué son los Originales?” la pregunta delataba el asombro de Kaigosha.
“Te has levantado curioso esta mañana,” se quejo entre risas, “mira los seres vivos se dividen en varias clases:

  Están los que tienen pensamiento racional y los que no lo tienen, los que tienen cuerpo espiritual y los que tienen cuerpo físico, los que tienen habilidades impropias de su universo y los que no las tienen y los que pueden morir y los que no; dentro de este último grupo están los que  nacieron mortales y los que han sido inmortales desde el principio,  los Originales.

  Los Originales nacieron al principio de la creación y vivirán hasta que solo quede un universo; no morirán de ninguna manera, como mucho pueden entrar en una especie de coma o hibernación; y lo más relevante, no pueden intervenir directamente en un universo, debido a que su inmenso poder impedirían la formación de nuevas dimensiones, por lo que dependen de edecanes o proyecciones, que apenas tienen un pequeño porcentaje de su poder, para hacer cumplir su voluntad.”

  Kaigosha quería continuar, es más, lo ansiaba, pues casi nunca pillaba a su “jefe” tan hablador como los había hecho hoy pero al intentar formular la siguiente pregunta sintió como si sus pulmones se llenasen de líquido; sabía de sobra lo que esto significaba pero aun así intento pronunciar la pregunta que no salía de su garganta.

  Su interlocutor se dio cuenta de lo que pasaba puso media sonrisa burlona, “vaya, no me puedo creer que te tengas que ir ya, verdaderamente se me ha hecho corto, adiós y suerte con la quimera.”

  El visitante desapareció como si estuviese hecho de arena y el viento le hubiese esparcido a largo del frio suelo.

  El Señor del lugar volvió a quedarse solo, absorto en sus pensamientos que ningún mortal podría descifrar.